El blog de Rocío Arredondo
Resulta harto complicado explicar a los ciudadanos de Teguise y, por ende, de la isla de Lanzarote lo perjudicial que está siendo para la política y para el municipio teguiseño la mayoría conseguida e infrautilizada por el alcalde Oswaldo Betancort y sus concejales.
El municipio está paralizado, preso de la prepotencia y soberbia de un hombre que tiene a Teguise como plataforma de lanzamiento de sus aspiraciones personales y políticas, abusando del “pan y circo” para tapar sus continúas mentiras y sus complejos de subalterno en las filas de Coalición Canaria.
Después de haber formado parte del gobierno del Cabildo de Lanzarote, con San Ginés al frente, he de confesar que no me ha sorprendido en absoluto la crisis creada por el presidente.
San Ginés tiene una concepción patrimonial del poder, le cuesta entender una autoridad compartida y su ideal del diálogo consiste en tener alrededor oyentes que no le interrumpan y, mucho menos, que no osen llevarle la contraria.